martes, 11 de febrero de 2014

Sentado en una banca.

1220466385_puppies-94Esperaba que ella llegara, eran las seis cuando llegue, decidí sentarme en una banca de la plaza aguardando el momento en que ella apareciera. Al llegar y sentarme encontré un recibo de la luz, no recuerdo el nombre ni el monto, pero no superaba los $300.

Me pareció algo sin importancia y lo volví a colocar en la banca, alguien lo olvido y tal vez para cuando se dio cuenta, estaba ya lejos de donde lo dejo o bien no recordó donde lo dejo olvidado.

Eran las seis y media y no llegaba nadie, pensé que en algunos minutos ella aparecería delante de mi, me levantaría, le daría un beso y nos sentaríamos uno al lado del otro. Cuando llegara le diría que camináramos un momento por la plaza, sin importar que terminase de oscurecer, total, vale la pena estando los dos juntos. Caminando por la plaza le diría que nos tomáramos no una ni dos fotos sino muchas sin importar los gestos ni preocupándonos por salir lo mejor posible, al final se trata de tener un recuerdo más palpable de esos momentos que en un futuro solo será parte del pasado y que mejor tener una foto en lugar de tener que recordar que caras pusimos, que ropa usábamos y hace cuanto tiempo que sucedió.

Dieron las siete y no llegaba, soy una persona paciente pero creo que estar solo y sentado en una banca, ya con el cielo oscuro me daba por irme, olvidando todo sin embargo decidí darle unos minutos mas, veía pasar gente, personas en patines, mujeres caminando ejercitándose, la plaza bien iluminada y algunos negocios alrededor abiertos, creo que a pesar de todo siguen cerrando temprano debido a la poca afluencia de gente, no sé si la inseguridad también ronde el lugar pero muchos deciden cerrar. Cruzando la calle se encuentra una cafetería la cual tiene una pequeña terraza y donde se encontraban unas mujeres haciendo mitote, risas y conversaciones. Esa cafetería es diferente a las demás que he visitado, te puedes acostar en pleno suelo, recostarte en alguna de las almohadas que tienen y hasta escribir o pintar algo en las paredes, si lo deseas también puedes quitarte el calzado, simple y sencillamente lo recomiendo.

Vi mi reloj y ya eran las siete y media, me pare de la banca y fui a caminar un poco sobre la plaza, primero por una acera, a la mitad volteé a mi derecha y después de unos 2 minutos cruce casi por en medio de la plaza, llegue a la otra acera y por ultimo me resigne a irme al auto en el que había llegado, antes de subirme me di media vuelta y voltee viendo a todo y todos, después encendí el auto, di reversa y termine yéndome.

Mi espera fue en vano, nunca hubo ninguna mujer que fuese a llegar, ninguna llegaría donde estaba yo, solo lo pensé, estaba consiente de ello y estuve a punto de aferrarme a una mentira creada por mi imaginación, esa que puede crear o destruir mundos con solo cruzar la línea entre ella y la realidad.

No hay comentarios: