miércoles, 27 de octubre de 2010

El pulpo Paul

paulBueno…Después de enterarme de la noticia que el famoso pulpo Paul falleció me di a la tarea de pensar un poco la situación y acomodarla según mis pensamientos…

No me acordaba de él sino hasta que me entere de su fallecimiento y es por eso que esta entrada se llama así. Leí en varias paginas donde estaba la noticia y se pueden añadir comentarios algunos tanto a favor como en contra de este acontecimiento. Me llamo la atención uno que decía mas o menos (a grandes rasgos) “Porque en lugar de ocuparse de cosas mas importantes que acontecen en el mundo y precisamente en México andan con este tipo de estupideces?”, ciertamente el usuario que escribió esto tiene razón solo en parte.

Que veo de “bueno” en esta, triste, noticia para algunos e indiferente para otros? Yo encuentro en ella no solo la noticia sino lo que hay detrás de ellas es decir el animalito Paul. Ese pulpo que nunca busco y/o quiso la fama “viendo el futuro” de los resultados en la pasada copa del mundo Sudáfrica 2010. Mucha gente estaba encariñada con el tal vez porque atino a los pronósticos futbolísticos (que incluso ya lo querían para que resolviera los problemas económicos y ecológicos mundiales) o por el simple hecho de ser una de las atracciones en un acuario divirtiendo a grandes y chicos.

Murió de causas naturales por consecuencia de su “larga” vida, por lo que podemos decir que ya estaba ruco solo que no le vimos las canas y arrugas…Me pongo a pensar que seria de nosotros si solo tuviésemos 2 años y medio de vida solamente, que haríamos? Lograríamos lo que el logro en tan poco tiempo? Cuantos de nosotros desperdiciamos parte o toda nuestra vida buscando cosas sin razón? Viviendo como si fuéramos a vivir por siempre, haciendo cosas que no dejan ningún beneficio a nuestra persona y a los demás, caminando sin rumbo, dejando ir las oportunidades que se pueden ver a una gran distancia, consumiéndonos entre los vicios, atesorando lo material, yendo y viniendo, arriba y abajo terminando en el mismo punto, despreocupados por el entorno que nos rodea, dando vuelta a los problemas o simplemente esquivándolos.

Al pulpo Paul lo “retiraron” de su trabajo hace tiempo y parece que al fin “descanso” o como decimos “se petatio”. Este animalito encierra la lección de “despedirse” estando en la cima del éxito, tal como nos gustaría estar a muchos de nosotros. Lastima por los apostadores porque Paul ya no adivinara el resultado de un encuentro de futbol, también por todos porque ya no lo veremos abrir, con gran inteligencia, la cajita transparente y lastima por él porque ya no podrá comerse un buen mejillón.

Lo bueno es que siempre habrá personas y otros seres dispuestos a darnos y dejarnos una buena lección.

lunes, 18 de octubre de 2010

Dialogo entre La Tierra y El Hombre

1220463833_puppies-42 ¡Con toda justificación puedes presumir de tu inteligencia!, pero recuerda que yo existo desde hace cuatro mil seiscientos millones de años, mientras tú, Hombre diminuto, tus primeros orígenes se remontan a seis millones de años, exclamó el planeta Tierra.

Me parece increíble que te sigas comportando tan soberbia, después de que Copérnico hace casi quinientos años descubriera tu lugar en el Cosmos, le contestó el Hombre. Siempre habías hecho creer a la humanidad que tú eras el centro del universo, y que el sol giraba a tu alrededor. ¡Ahora sabemos la verdad: no eres el centro de nada, y tú eres la que das vuelta alrededor del sol, y no como decías!

De sentirte centro del universo pasaste a ser un simple planeta, dentro de una galaxia que contiene cien mil millones de estrellas. Nuestro universo conocido da albergue a cien mil millones de galaxias, y cada una de éstas, con cien mil millones de estrellas. ¿Dónde quedaste en el universo? Quedaste como si fueras un granito de arena perdido en los océanos.

¡Quiero recordarte -le dijo la Tierra al Hombre-, que yo nunca me creí el centro del universo, sino que ustedes los hombres hicieron pensar a todos, esa mentira! ¿Y sabes por qué mintieron? No para engrandecerme como su morada, como su madre Tierra, sino para sentirse ustedes los reyes del universo. ¡Su soberbia los engañó!

Los hombres quedaron muy desconcertados ante los argumentos de la Tierra. Y el planeta siguió hablando: les voy a demostrar que carezco de ese horrible vicio de la soberbia, del que ustedes sí padecen. Toda ingratitud tiene sus raíces en la soberbia. ¿No es cierto -siguió hablando la Tierra-, que te albergué en mi hogar, ayudándote en todo lo que me fue posible, a fin de que llegaras a ser lo que hoy eres, un Homo Sapiens? ¿Y no es cierto también, que jamás me hayas mostrado la menor gratitud?

¡Apenas inventaste el lenguaje y de inmediato le hiciste saber a todo el mundo que tú, Hombre, eras el único ser viviente (de los millones de especies de animales) que ejercías el "dominio" sobre mí, sobre tu casa, la Tierra!

A pesar de que solamente eres una de las 193 especies de monos y primates que hoy en día existen, hiciste a un lado a las 192 restantes especies y a los millones de especies de animales, autoeligiéndote en el rey del universo. Matas miles de focas de la manera más cruel, matas miles de ballenas para satisfacer tu paladar goloso y enfermo, has extinguido miles de especies de peces, aves y mamíferos, pero eso sí, eres el rey del universo; el rey de su destrucción.

¡Te voy a decir dónde está la fuente de tu soberbia, exclamó la Tierra!: en que te crees excepcional, en que te abrogas el derecho de matar, destruir, envenenar ríos, extinguir miles de especies de animales y de arboles, sin importar que cualquier especie de la fauna o flora mueran por tus caprichos, necedades o gustos.

¡Eres tan soberbio y loco, te pareces a quien le hubieran regalado una amplia y bella casa dentro de unas praderas con muchos árboles frutales, arroyos que bajan de la montaña y animales!; y que todos los días levantaras las maderas del suelo y de las paredes de tu casa, a fin de calentarte el cuerpo. Que mataras a los animales por puro placer, contaminaras los arroyos con basura y que destrozaras los pastos y árboles, cambiándolos por cemento.

¡Esto es lo que haces precisamente conmigo!: talas los árboles como si estuvieras ansioso por ver a tu planeta como un inmenso desierto. Envenenas el aire, los mares, las lagunas y ríos, sin la menor responsabilidad. ¿Esto es lo que te ha enseñado tu cerebro de mil quinientos gramos, por cierto, la maquinaria más compleja que conocemos de todo el universo?

¿Qué tu cerebro y tu alma inmortal, de la que tanto presumes, no te ha revelado que existe una moral privada y una moral pública, y que tu alma debe estar conectada con toda la biodiversidad de la Naturaleza?

¡Criminal de la Tierra! ¿Este es el hogar que quieres heredar a tus hijos? ¿De qué te sirve tu inteligencia, bondad, compasión, si día a día destruyes tu morada?

¡Y el colmo de los males!: gritas a los cuatro vientos, que estas creado "a la imagen y semejanza de Dios". ¿Crees, sinceramente, que Dios le abriría la puerta al más horrendo criminal para que cometiera todo tipo de crímenes? ¿No crees que ofendes a Dios al presumir que has sido creado a su imagen y semejanza, destruyendo todo tipo de vida?

Critilo quedó asombrado de este diálogo tan esclarecedor. ¡Qué cierto, que gozando de tantas cualidades como seres humanos, no seamos capaces de arreglar nuestra propia casa! Pero imposible de arreglarla si en vez de "dominadores de la Tierra, no nos convertimos en la luz del planeta.

¿Cómo no convencernos de que somos injustos, de que el hombre se ha convertido en el lobo del hombre, si ya nuestro planeta está a punto de colapsar, y si cada minuto en el mundo mueren diez niños y adolecentes de hambre?.

---Escrito por Jacinto Faya Viesca y publicado por El Siglo de Torreón.